Desde hace milenios, hechiceros, brujas y chamanes de todo el mundo trabajaban con cristales. Su uso data desde hace 5,000 años . Incluso textos de medicina tradicional de la India y China hacen referencia a los cristales sobres sus propiedades físicas y sus poderes mágicos y sanadores.
Aunque hoy en día, personas de todo el mundo sienten una afinidad natural por los cristales, sienten el llamado a conocer más sobre sus poderes casi de forma instintiva. ¿Te ha pasado que pasas por una joyería y de repente una pieza te atrae o que pasas por un puesto de cuarzos y sientes la atracción de un cristal en específico? Es la propia energía del cristal que te llama, y tu misma energía siente esa energía atrayente.
¿Qué es la sanación con cristales?
Los cristales canalizan la energía. La enfocan, almacenan, transmiten y trasmutan, lo que puede utilizarse para obtener efectos curativos y energéticos.
La sanación con cristales trata el cambio; consiste en trabajar con ellos para mejorar tu salud física y mental, tu bienestar emocional y tu progreso espiritual. Los cristales no van a realizar nada que tú no puedas hacer, pero sí agilizan las cosas que de cualquier forma ocurrirían. Por ejemplo, la cianita azul ayuda a sanar problemas de la garganta. Más que curarlo, acelera los síntomas. Si tienes dolor de garganta y/o mucha tos y colocas una cianita azul sobre tu garganta, sentirás unos toques o piquetes en tu garganta, en un inicio pueden ser muy intensos e incluso molestos, pero después sentirás alivio y notarás que tu gargante se siente menos inflamada y habrás dejado de toser.
Tu cuerpo es capaz por sí solo de curar la garganta, pero la cianita azul acelera el proceso.
Además de acelerar la sanación física, los cristales también agilizan la salud mental, la liberación de emociones y el desarrollo espiritual. Todos los cristales son aceleradores, pero algunos, en particular esos a los que te sientas atraído, lo harán de un modo especial.
¿Cómo empezar a utilizarlos?
Encuentra un lugar tranquilo donde te puedas sentar, y sostén con tu mano aquel cristal al que te sientas atraído en ese momento, fija toda tu atención en él. Observa sus cualidades, sus colores, su forma, sus reflejos. Cierra tus ojos, trata de replicar en tu mente todas esos detalles que observaste, de esta forma tu mente estará totalmente enfocada y lista para iniciar tu meditación.
Los cristales te ayudan a abrirte a nuevas posibilidades, a nuevos caminos. Es ahí donde empiezan a ocurrir mágicamente cambios inesperados en tu vida.
Referencias: El cristal sanador (2009). Philip Permutt, Ediciones Obelisco. 1era edición, pp.6 -9. London, Reino Unido.
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